Comparte este artículo

Álvaro Cruz evaluó su primer año de Gobierno y dijo que su relación con Bogotá es cordial.

Al cumplir su primer año de gobierno, Álvaro Cruz, gobernador de Cundinamarca y quien repite periodo, reconoce que la mayor dificultad que ha sorteado ha sido la de recibir el departamento con una deuda de 530.000 millones de pesos. Sin embargo, admite que, aunque su capacidad de endeudamiento es de cero pesos, para este y el próximo año su tarea será constante en la búsqueda de recursos de cofinanciación con el Gobierno Nacional.

En lo positivo destaca haber quedado entre los tres mejores departamentos del país con el mejor plan de desarrollo, y asegura que hay resultados en cuanto a deserción escolar.

Durante la entrevista que sostuvo con EL TIEMPO comentó que, a pesar de sus diferencias en algunos asuntos con Bogotá, como la venta de agua en bloque, el futuro del hospital San Juan de Dios y la construcción de un nuevo relleno sanitario en Bojacá, su relación con el alcalde Gustavo Petro es cordial y va por buen camino.

¿Con qué dificultades se ha encontrado en este primer año?

Recibí el departamento con una deuda de 530.000 millones de pesos, con una demanda de la Universidad de Cundinamarca por 125.000 millones de pesos, que hay que pagarla en máximo cinco años, y con una contingencia del hospital San Juan de Dios, por la cual hay solicitudes del Ministerio de Hacienda por 75.000 millones de pesos.

¿Dónde están las grandes apuestas?

En la conectividad. Estamos promoviendo que Cundinamarca sea uno de los primeros departamentos de mayor cobertura con fibra óptica. Este año vamos a tener 32 municipios conectados, y a finales del año, 110. También queremos apuntarle a lo relacionado con el agua potable, el saneamiento básico y el manejo de residuos sólidos.

¿Cómo calificaría su gestión?

Me considero afortunado por haber quedado entre los mejores planes de desarrollo del país, con Boyacá y Norte de Santander.
También hemos hecho un esfuerzo en cambiar la conciencia en el tema ambiental; somos el único departamento que ha compensado la huella de carbono que dejó la administración anterior. También estamos disminuyendo la deserción escolar e
incorporando nuevas tecnologías.

¿Por qué apoya la creación de un área metropolitana con Girardot y se opone a la de Soacha?

En el caso de Girardot estamos de acuerdo porque sería el municipio líder y los órganos de dirección quedarían en el departamento (es como si este se ampliara). Esa es la diferencia con Soacha, porque los órganos de dirección los tendría Bogotá.

¿Es más un asunto de regionalización?

Estoy a favor de la regionalización porque es una integración. Siempre la promoví. Hay proyectos que son una realidad, como la troncal del Magdalena; son proyectos estratégicos que definimos y ya está acordado que se va abrir licitación el próximo año.

Otra cuestión álgida es la del hospital San Juan de Dios…

No me he dejado de hablar con el Distrito. El hospital está en liquidación y me ajusto a la Constitución y a la ley. Nada se puede decidir por fuera de la mesa de concurrencia.

El Distrito le ha hecho una solicitud formal de un nuevo terreno para disposición de las basuras en Bojacá…

Hasta ahora no hemos recibido ninguna solicitud. Sin embargo, no hay voluntad porque generaría un problema gravísimo de contaminación. No es solamente lo que genera el relleno, el problema de fondo es de movilidad. Son 6.000 toneladas día que tendrían que desplazarse (mil viajes diarios en promedio) por la calle 13, que es la única entrada; sería un colapso total.

¿Cómo les va con lo de la minería en la región?

En Cundinamarca no hay minería ilegal; se le llama minería informal. Lo que hemos querido es que sea el primer departamento en formalización minera. Y lo estamos logrando; hemos logrado capacitar a los mineros y darles mejores garantías.

¿Y frente a la prolongación de las vías?

Es indispensable la prolongación de la avenida de las Américas hacia el occidente, de la avenida La Esperanza hacia el occidente y de la avenida de la Constitución hacia el occidente. Bogotá no ha tomado decisiones y así no se puede hacer nada. Esas vías tienen que afectarse desde Bogotá o va a quedar colapsada.

¿Qué va a pasar con la ALO? ¿La va a dejar hasta la calle 13?

El Ministerio de Transporte tiene la facultad de abrir la licitación. Espero que lo haga. Entre el Muña y el río Bogotá en Cundinamarca, y desde el río Bogotá hasta la calle 13 en Bogotá quiero que sea un solo proyecto.

¿Hoy, en el marco del Congreso Nacional de Infraestructura, entregará maquinaria para reparar las vías del departamento?

Sí. Entregaremos maquinaria a 34 municipios, los más afectados en su malla vial, para que hagan su propio mantenimiento. Hay motoniveladora, volquetas y retroexcavadoras.
Diferencias con Bogotá

¿Cómo está su relación con el alcalde Petro?

Es cordial y respetuosa. Yo soy conciliador y él también lo es. Hay algunos temas que están andando y lo importante es no tener camisas de fuerza.

Pero sigue la disputa con el tema de la venta de agua en bloque…

Esa posición del Acueducto está afectando no solo el sector residencial sino el empresarial y se dejarán de percibir ingresos y generar empleos directos para la región.

Pero ellos alegan que los nuevos proyectos sí están poniendo en riesgo la calidad del agua para los bogotanos…

No hay un solo proyecto que haya solicitado agua que no esté por fuera del casco urbano.

¿A usted le gusta como está creciendo la sabana?

A mí no me gusta como está creciendo, por eso considero que se debe planificar el crecimiento a 20 años. No se puede decir a este proyecto sí le doy, pero a este mejor no; debe haber igualdad.

Además del tema del agua, ¿cuál es su otra obsesión?

Gestiono mucho lo del tema de agua. Si no hay agua, no hay industria, no hay empleo… Sin embargo, lo más importante es el desarrollo del ser humano, que fue mi primer objetivo del plan de desarrollo. Además de los determinantes que giran en torno a ello: agua potable, saneamiento básico, nutrición, vivienda y seguridad.

REDACCIÓN CUNDINAMARCA.