¿Estadio y Coliseo El Campín tienen los días contados?
Alcaldía no lo ha contemplado, pero apoya plan para renovar la zona.
La propuesta de un grupo de empresarios de tumbar el coliseo y el estadio El Campín, símbolos arquitectónicos de Bogotá, para construir un complejo cultural, deportivo y de entretenimiento en esa zona del occidente de la ciudad, prendió un debate sobre la conveniencia del proyecto.
La discusión nace en la propuesta de por lo menos tres firmas, entre ellas una de Estados Unidos, que le plantean al Distrito la posibilidad de renovar urbanísticamente el cuadrante comprendido entre las calles 53 y 63, entre la NQS y la avenida Caracas.
Ante la falta de escenarios para conciertos, la oferta contemplareemplazar el coliseo (con su demolición total) y abrirle paso a un sitio para eventos musicales, y, así mismo, hacer un nuevo estadio de fútbol para Millonarios y Santa Fe, sin descartar que se derribe por completo El Campín, que existe desde 1938. La renovación también implicaría levantar un centro de convenciones, viviendas, hoteles, comercio y oficinas. (Lea también: Apoteósico concierto de Paul McCartney en El Campín).
Hoy la pregunta es qué tan viable es que el Distrito apoye estas propuestas, si se tiene en cuenta que -apelando a las nuevas asociaciones público-privadas (Ley 1508 de enero del 2012)- los empresarios asumirían la construcción y recuperarían la inversión con la explotación comercial de los escenarios hasta por 30 años. (Lea también: Petro asegura que sí puede prestar estadio El Campín para conciertos).
La secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, Clarisa Ruiz, explicó que, en el Plan de Desarrollo del alcalde Gustavo Petro, quedó como «prioridad» la renovación de la zona de El Campín, pues la consideran «rezagada». «Hemos recibido propuestas encaminadas a la revitalización del complejo y esperamos tomar decisiones este mismo año», anunció la funcionaria. (Lea también: Empresarios piden ‘El Campín’ para conciertos y reviven el debate).
Agregó que, formalmente, ya tienen la propuesta del grupo Ospinas S. A. y de Juan Gaviria Restrepo y Cía., aunque dijo que avanzan diálogos con otras compañías (entre ellas un club deportivo), cuyos nombres se desconocen hasta el momento.
Estadio, lo más polémico
Hoy, el punto más álgido tiene que ver con la demolición del estadio El Campín (con capacidad para 36.343 personas). En el Concejo de Bogotá advirtieron que la renovación deberá ser debatida, pues se trata de una modificación de los usos del suelo, según el concejal Antonio Sanguino (Partido Verde).
Sobre la demolición, la secretaria de Cultura fue clara: «La Administración no la ha contemplado por ahora. Sería un camino que demandaría concertación y estudios previos. El estadio es un equipamiento simbólico y con mucha historia».
En relación con el coliseo El Campín, que data de 1973 y tiene problemas de acústica, la Administración parece ser más flexible y está dispuesta a oír las propuestas, que pasan por una demolición total o parcial del escenario, con capacidad para 28.000 personas y ganador, en 1974, del Premio Nacional de Ingeniería.
«A veces resulta más económico demoler algo que reformarlo»,sostuvo, por su parte, Andrés Arango, presidente de Ospinas S. A. No obstante, añadió que están abiertos a discutir todas las posibilidades de cambiarle la cara al estadio El Campín sin necesidad de tumbarlo.
«Pueden ser intervenciones parciales y por fases para que la ciudad no se quede sin un lugar para los partidos», afirmó.
Pero los críticos de la demolición de El Campín recuerdan que el año pasado, para el Mundial Sub-20 de Fútbol, el Distrito y la Nación le inyectaron 30.250 millones de pesos. «Por esa razón, considero que lo del estadio puede dar espera, a diferencia del coliseo, pues se necesita con urgencia el escenario multipropósitos», dijo el senador Carlos Baena (Partido Mira). (Lea también: El nuevo Campín fue entregado a la Selección Colombia Sub-20).
El presidente de Santa Fe, César Pastrana, advirtió que, en la eventualidad de que El Campín se derribe, habría problemas. «Me gustaría saber si se ha contemplado dónde jugarían los equipos durante el tiempo de la construcción, el cual se estima preliminarmente en dos años», se preguntó. (Lea también: La herencia que el Mundial Sub-20 le dejará a Bogotá).
En medio del debate, la propuesta de meterle mano a toda la zona de El Campín llama la atención. «Estas alianzas con los privados me suenan y, sin duda, mejorarían la competitividad de Bogotá», manifestó la concejal María Victoria Vargas, del Partido Liberal.
«Apoyamos la iniciativa. Es necesario que se haga una reforma urbana en todo el sector», subrayó el presidente del Concejo, Darío Fernando Cepeda.
Pero, mientras esta discusión apenas comienza, hay que tener en cuenta que la Alcaldía de Bogotá espera que el Gobierno nacional reglamente las asociaciones público-privadas para poner en marcha este proyecto.
También será un desafío la manera como el Distrito seleccione la propuesta que más le interese a Bogotá, dados los enormes intereses económicos en juego y la puja que se daría entre los interesados.
Tomado del Diario el tiempo, 20 de Mayo de 2012, Sección: Bogotá
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