La polución en Bogotá triplica el tope internacional
Pasó de 77 microgramos de PM10/m³; a 48. Expertos dudan de la mejoría.
Las principales ciudades de Colombia se rajan en calidad del aire. Aunque su concentración de material particulado no es tan alta como en otras ciudades en vías de desarrollo en África y Oriente Medio y Próximo, su contaminación supera los estándares aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De las 10 ciudades colombianas que reportaron sus mediciones de contaminación ambiental a la OMS, Bogotá y Medellín empatan con una concentración de partículas tipo PM10 de 48 microgramos por metro cúbico (inferior a 10 micras), justo después de Caldas, que tuvo 58 y de Bucaramanga, con 39.
Según el organismo, lo recomendable es que se conserve una concentración inferior a los 20 microgramos de PM10 por metro cúbico. Es un problema de salud pública, pues estas partículas son responsables de enfermedades respiratorias e incluso del cáncer del pulmón.
El estudio, que obtuvo sus datos de las autoridades locales de ambiente de cada ciudad, también reporta la concentración de material particulado PM2,5 (es decir, inferior a 2,5 micras), aún más nocivas, y que no debería superar los 10 microgramos por metro cúbico.
En este caso, Bogotá y Medellín superan la medida 2,7 veces; Caldas, 3,2 y Bucaramanga, 2,2. En ambas mediciones, Cali obtuvo mejores resultados: su PM10 es de 26 microgramos por metro cúbico y su PM2,5, de 13.
No obstante, la OMS no recomienda comparar los resultados, pues cada municipio dio datos de años distintos: los de Bogotá son de 2012; de Medellín y Cali, de 2010 y Bucaramanga de 2011.
Se destaca la mejoría de Bogotá pues, según el reporte de 2008 que la Secretaría de Ambiente le entregó a la OMS para el informe anterior (publicado en el 2011), había una concentración de 77 PM10 y en el 2012, de 48.
Esto significa que los bogotanos respiran hoy un aire 37 % mejor que hace cuatro años. Según María Neira, directora de Salud Pública de la OMS, se debe a las políticas que priorizan la bicicleta y el transporte público.
Entre el 2008 y el 2012 se inauguró la fase III de TransMilenio, arrancó el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) y se construyeron 26 kilómetros de ciclorrutas (en el gobierno de Samuel Moreno).
Para Eduardo Behrentz, decano de Ingeniería de la Universidad de Los Andes, los avances son cuestionables. “No hay explicación científica para que la calidad del aire de Bogotá haya mejorado tanto en tan poco tiempo: la flota de vehículos creció, el SITP comenzó a funcionar paralelo a los buses viejos, la chatarrización no avanzó y las industrias tuvieron controles poco rigurosos. Hay que revisar cómo el Distrito y la OMS analizan los datos de las 14 subestaciones que miden la calidad del aire en Bogotá”.
Por: BOGOTÁ www.eltiempo.com
Category : NEWSLETTER FIDUINMOBILIARIOS